Los tres anhelos de la humanidad Super-longevidad, super-inteligencia y super-felicidad. Las dos primeras, gracias al avance de la cultura, la medicina, la alimentación y los avances de la sociedad del conocimiento son hechos incontestables. Pero la última, la verdadera plenitud del ser humano, dista mucho de ser una meta realmente alcanzable. “Yo soy el camino, la verdad y la vida” dijo Jesús de Nazaret en uno de sus discursos, el del Pan de Vida. Y todavía nos planteamos cuál es el secreto del verdadero fin felicitarlo del ser humano. La felicidad no es una meta hasta que uno se empeña en alcanzarla por los medios verdaderamente humanos. La solución solo puede ser humana. No puede ser tecnológica. La plenitud de vida del hombre reside esencialmente en la búsqueda de aquello que no puede ser arrebatado ni eliminado de nuestra vida. Aquello que es suficientemente fuerte como para hacer fuerte al hombre. Tradicionalmente se ha puesto el hincapié en los afectos y en las emocione